Tenéis razón. Todos los que decís que las cosas de la iglesia no se pueden tomar a broma. Que la seriedad, el orden, concierto y patrón de comportamiento reconocible han de permanecer para la mayor seguridad de ejercitantes y neófitos. Pero yo tengo algunas cuestiones a las que parece que no se le da solución:

1 ¿Cuál es la pedagogía que regula la acogida de los niños en la catequesis?

2 ¿Qué ofrecemos para que los niños no aprendan lo que hay que hacer y quieran aprender lo que les hará felices?

3 Las catequesis que se imparten a los futuros esposos, ¿son eficaces, son comprensibles, tienen algo que ver con lo que la Humanidad del siglo XXI vive?

4 Los ministros que sirven en las parroquias, ¿a quién sirven?

5 Las ideologías en las parroquias, ¿a quién sirven?

6 Los movimientos en las parroquias, ¿a quién sirven?

Por muchas preguntas más aparte de las anteriormente descritas, me parece importante plantearlas de frente, sin temor. Porque, si el temor a perder lo que tenemos es lo que nos guía, ya estamos viendo los resultados.

No se puede ofrecer el Evangelio como una parte de la vida: A la vida la engloba el Evangelio en su totalidad y, atomizar en cubículos inconexos nuestras actividades, es el mayor triunfo del olvido al que estamos condenados; y vaciar de contenido la fuente de toda alegría, aquella que reside en el silencio, en la brisa tenue, es condenar a la orfandad a toda la Humanidad.

Por ello, con toda la humildad de la que dispongo, doy gracias por la gente que, cada día, barre las puertas de los templos, pone los ventiladores, arregla las flores, friega el suelo para que el domingo luzca radiante: todas aquellas que, pluriempleadas por propia iniciativa, se dan a niños que no saben nada de Dios. En un dechado de inocencia, luchan contra molinos y móviles, ruido interior, y les hablan de mandamientos, de oraciones y sacramentos que ellas recibieron: digo ellas, porque son mayoría.

Como siempre, ellas son la reserva espiritual de la iglesia: la infantería que, inocente, sigue compartiendo lo que recibieron, lo que son.