Puede que sea Astenia Primaveral: que perciba las cosas de una manera deprimida o deprimente… pero reconozco que me está costando trabajo verle lo positivo al asunto.

Me escucho y sé que no estoy siendo pacífico, conciliador, comprensivo; aferrado a la costumbre, sigo catalogando a la gente según camino a su lado, los veo conducir, atarse los cordones, vestirse… Me es muy sencillo tirar de conocimientos generalistas para seguir anclado en la roca en la que se han hundido mis pies. No hay ninguna palabra que no tenga un punto cruel para definir a la gente que va más allá de la XL. Tampoco hay palabra amable para definir a quien no se ajusta al canon de belleza imperante. (los anteriormente citados XLs, están esclavizados también a este baremo). Contemplo como la mala educación, el trato asimétrico con el resto de la Humanidad, se instalan como los virus en el sistema operativo.

Y todos queremos que nos traten con respeto. Pero ni los de arriba, faltando a su promesa de servir al pueblo, ni el propio pueblo, que ha de buscar el bien de los demás como lo desea para sí, estamos llegando a mínimos para garantizar la dignidad para todos. Para todos.

Y dentro de mí se desata la batalla contra todo, contra todos; arden mis entrañas y ese incendio licita la indecencia a la hora de catalogar, como si fuera algo honesto, a mis semejantes. Abochornado por mí actitud, tan justificada, tan fundamentada, me quiebro en pequeños trozos, como los vasos de cristal rotos; y las aristas me cortan: me duele y encona unas actitudes que no tienen nada que ver con lo que sé que es bueno.

Contra todo.

A veces creo que lo que debo tener muy presente es que la belleza es alcanzable. Es un parámetro que no se casa con ninguna moda y que puede ser estética, sonora o escrita. Y caigo de bruces en la poesía, catalejo y microscopio que contempla la realidad sin cadenas. Metaboliza los sueños, plañe con dolor y con alegría las noches y los días: Llena mis labios, pulmones y arterias de luz y preguntas. Y me desnuda como un niño recién nacido; tengo tanto que aprender…